Desde que los niños nacen los sentidos son sus receptores inmediatos de lo que pasa en su exterior. Los niños ven, oyen y perciben un sin fin de estímulos que les permiten estar alerta y a la perspectiva de lo que pasa en su medio y para conocer el ambiente que lo rodea.
Con el paso del tiempo va construyendo un pensamiento a partir de las experiencias con los objetos, personas y entorno en el cual está en constante interacción.
Empieza a crear comparaciones entre los estímulos así como el establecimiento de semejanzas y características de los objetos.
El desarrollo de la agudeza de los sentidos y la coordinación entre ellos (por ejemplo, visomanual o visoauditiva), le permite al niño o niña acceder a una gran variedad de experiencias enriquecedoras para el desarrollo cerebral.
Las actividades dentro de esta área se relacionan con mostrarle objetos para estimular sus sentidos... hasta copiar formar y dibujar.
Referencia:
Guía de Estimulación temprana para el facilitador
www.adra.org.pe/es/archivos/publicaciones/pub_487_9.pdf
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